La tortuga pertenece a la clase de los reptiles. Animales de sangre fría que, en la mayoría de los casos, ponen huevos. Las tortugas de tierra y de agua, ya existían en la época de los dinosaurios y eran más «acorazadas» que ahora, ya que han logrado subsistir hasta nuestros días. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos las características de la tortuga, dónde vive, cuánto vive y muchas curiosidades.
No te pierdas las características de los caracoles
Características de la tortuga
Exactamente, ¿Qué es la tortuga? La tortuga es un reptil, por lo tanto, sus principales características (como en el resto de reptiles, anfibios y peces) que los diferencia de los mamíferos y de las aves, es que no son capaces de mantener constante la temperatura corporal. Por este motivo, se deben adaptar siempre al clima del ambiente en el que viven. Por eso se les llaman animales de sangre fría o, con un término más científico, vertebrados heterotérmicos.
Con respecto a los reptiles, y a pesar de las notables diferencias entre una especie de tortuga y otra (como demuestran las longitudes, pesos y años de vida reflejados en la “ficha técnica” que verás a continuación) las tortugas no se escapan tampoco de esta ley, pero con relación a todos los demás componentes de su clase poseen una estructura especial: la concha.
Ficha técnica de la tortuga
- Sección: Vertebrados.
- Clase: reptiles.
- Orden: Quelones.
- Origen: todo el planeta.
- Longitud: de 10 centímetros hasta 1 metro.
- Peso: poco más de 100 gramos a 800 kilos.
- Temperatura corporal: varía en función del ambiente.
- Cuánto vive una tortuga: de 25 a 200 años.
La concha o caparazón
Está formada por dos partes: una superior en forma de cúpula más o menos convexa, que se llama caparazón, y una inferior, más bien aplanada, que se llama plastrón. Estas dos partes están unidas lateralmente mediante un puente óseo o ligamentos elásticos.
La concha se ha formado a partir de la transformación de los huesos del esqueleto interno o de otros huesos anchos y planos. En la mayor parte de las especies, su superficie está recubierta de sólidas placas, pero en algunos casos el revestimiento puede ser también de piel blanda.
El esqueleto
La columna vertebral de las tortugas está formada por, al menos, 36 vértebras (las del hombre son 33). Es móvil solo en la parte del cuello, mientras que el resto está fijado sólidamente al caparazón. También debes saber que las tortugas no tienen dientes, que sustituyen con un pico muy afilado. Por tanto, no mastican, sino que desmenuzan la comida a trocitos.
Cabeza y cuello
Como las patas y la cola, también la cabeza y el cuello pueden quedar fuera del caparazón o pueden retraerse. Sin embargo, en algunas especies el cuello es tan largo que no permite que las tortugas lo escondan del todo, sino solo en parte. La piel que cubre la cabeza y el cuello puede estar desnuda o revestida de placas.
Las patas
Dejando aparte unas pequeñas diferencias, como por ejemplo la concha, que en las especies acuáticas es más ligera, es decir, más “hidrodinámica”, son precisamente las patas las que marcan la diferencia entre las tortugas terrestres y las de agua dulce. En las terrestres los dedos están unidos, de forma que sujetan mejor un cuerpo más bien pesado. En cambio, en las tortuguitas acuáticas los dedos están separados, unidos entre sí por una membrana (algo así como las patas palmadas de los patos), para potenciar al máximo actividades como la natación.
Cómo respiran las tortugas
Este es otro aspecto que hace que la tortuga sea especial, porque no lo encontramos en ningún otro cuadrúpedo. Como su caja torácica es fija e inmóvil, durante la respiración este reptil inspira y expira gracias a los movimientos de las patas delanteras y del cuello.
Las especies acuáticas utilizan también la parte final del intestino, cuyas paredes interiores son capaces de absorber el oxígeno presente en el agua. En la práctica, funcionan exactamente como las branquias de un pez. De todas formas, la mayoría de las tortugas son capaces de realizar inmersiones en apnea a menudo muy prolongadas.
Vista y oído de las tortugas
El ojo de la tortuga está protegido por tres párpados que aseguran a la tortuga una visión perfecta. En cuanto al oído, durante mucho tiempo se creyó que servía solo para captar vibraciones transmitidas por el agua o por el suelo. Hoy en día, en cambio, sabemos que estos animales “oyen” también las vibraciones transmitidas a través del aire y no tienen nada que envidiar a la agudeza auditiva de los gatos.
¿Las tortugas tienen orejas?
No se sabe por qué las tortugas no tienen un conducto auditivo exterior como el del ser humano, pero sí que tienen oídos. El tímpano (membrana que cuando vibra permite la transmisión de los ruidos) tampoco es visible.
Adaptación al clima de las tortugas
Las tortugas no tienen alternativas: están obligadas a adaptarse a la temperatura habitual del ambiente en el que vive. Pero, ¿Qué hacen para soportar condiciones tan distintas como el verano y el invierno? Sencillo, modifican su comportamiento.
Cada especie, terrestre o acuática, tiene una temperatura ideal bien definida, con unos determinados grados de más y de menos, que podríamos denominar niveles límite. Cuando el clima se acerca a estos niveles límite, la tortuga se pone al sol (con temperatura demasiado baja), o se refugia en la sombra para refrescarse, si hace calor.
Pero cuando se superan los niveles límite durante un periodo de tiempo demasiado largo, como ocurre en invierno y en verano, las tortugas caen en letargo (sí, también en verano en las zonas de la Tierra en las que la estación caliente se corresponde con el periodo de sequía).
Excavan agujeros, entran en las madrigueras y duermen, utilizando como comida las sustancias de reserva acumuladas anteriormente. Todo ello hasta el momento en que vuelvan los niveles de temperatura que su organismo puede soportar.
Diferencias entre tortuga de tierra y tortuga de agua
Meticulosos como siempre, los ingleses disponen de más de un término para definir a las tortugas que viven en ambientes distintos: de hecho, llaman turtle a la tortuga marina, tortoise a la terrestre y terrapin a la de agua dulce.
Los italianos, a su vez, llaman tartaruga a la tortuga acuática y testuggine a la terrestre; los españoles, en cambio, nos limitamos al nombre de tortuga y para diferenciarlas decimos que son “tortugas terrestres o de tierra” o “tortugas acuáticas o de agua”.
Una curiosidad sobre el término latino tartaruchum a partir del cual ha nacido nuestra tortuga: quiere decir demonio, hecho que explica la causa por la que, durante muchos siglos, estos reptiles han sido considerados la encarnación de espíritus malignos.
En cuanto a sus parientes, las tortugas marinas, decir que es impensable criar una, y no solo porque todas las especies estén protegidas y no se puedan capturar sino también porque, ¿Cómo colocaríamos en casa un acuario con las dimensiones de una piscina grande y prepararíamos cada día comidas a base de medusas frescas? Sin embargo, las tortugas marinas merecen ser destacadas.
Estos grandes viajeros transoceánicos son reptiles acuáticos en el verdadero sentido de la palabra, ya que viven siempre en el agua salada y salen solo para poner los huevos. Sus patas anteriores se han convertido en grandes espátulas que funcionan como remos, mientras que las posteriores, cortas y poco desarrolladas, las utilizan como timones.
Origen de las tortugas
Las tortugas arrastran lentamente su peso por el suelo (como los ejemplares gigantes de las Galápagos) o bien nadan ligeras en los estanques. También arrastran sus años; algunas especies pueden superar los dos siglos de vida. Sea como sea, podemos decir que las tortugas forman parte de nuestras vidas desde siempre.
Lamentablemente, la desaparición de algunas especies, sobre todo en los últimos tiempos, sea debida a la acción desconsiderada del hombre, de manera directa, que sería la captura de adultos y de huevos, o de forma indirecta, siendo la destrucción y contaminación de su hábitat.
Antepasados de las tortugas
Existían hace unos 200 millones de años, durante el Jurásico, cuando en el horizonte ya se empezaba a ver el final del larguísimo imperio de los dinosaurios. Se trataba de seres acorazados, que más tarde resultarían ser tan «perfectos» que han llegado, con pocas transformaciones, hasta nuestros días.
Parece ser que sus antepasados más primitivos aparecieron en la tierra durante el Carbonífero (hace 360 millones de años). Eran pequeños reptiles, de unos 50 centímetros de largo, caracterizados por un tronco grande y ligeramente comprimido, con una cola corta, muy ancha en la base y estrecha en la punta y unas patas más bien cortas.
Habían evolucionado a partir de los anfibios, convirtiéndose en los primeros vertebrados adaptados a la vida en ambientes áridos. Sus huevos, a diferencia de los de los anfibios no necesitaban ser depositados en el agua.
Primera tortuga
Los restos fósiles más antiguos de una tortuga se remontan a 220 millones de años. Se encontraron en una zona de la actual Alemania, que por aquel entonces se trataba de una zona árida y semidesértica, con un clima seco en el que sin embargo se alternaban zonas húmedas y ricas en vegetación. Allí vivían unas grandes tortugas de agua dulce que se adaptaron a caminar en los lechos de lagos y ríos.
Más información sobre la tortuga
Tipos de tortugas ¿Qué comen las tortugas? Cómo es la hibernación de la tortuga Consejos para tener una tortuga como mascota Cómo evitar que una tortuga enferme Características de un terrario para tortugas
¿Quieres saber más sobre tortugas?
Desde CurioSfera-Animales.com, esperamos que te haya gustado este artículo titulado Características de la tortuga. Si deseas descubrir más curiosidades y respuestas sobre el mundo animal, puedes entrar en la categoría tortugas, animales o mascotas. Y recuerda, si te ha sido útil, puedes dejarnos un comentario.