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Razas de perro

Existen en el mundo muchas razas de perros con diferentes características: tamaño, tipo de pelo, carácter, color, función, etc. Aunque quizás no sabes cuántos tipos existen, cuáles son las más importantes, de dónde provienen y cuál es la ideal para ti. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos todas las razas de perro. Así podrás hacer la mejor elección y tendrás la información necesaria para que cuides de tu mascota.

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Razas de perros pastor

Uno de los usos primarios para los que fue domesticado el perro es el trabajo con los animales de producción, su pastoreo, vigilancia y conducción.

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Así nacieron las razas de perros de pastor, que han vivido siempre en constante relación con el hombre, trabajando para él con fidelidad y valor en todo tipo de terrenos y condiciones, y especializándose en las labores más diversas. Este hecho ha dado lugar a una gran variedad de razas que, además, se han dedicado después a otros muchos usos: guarda, defensa, deporte o compañía.

características razas de perro pastores

Algunas de las razas de este grupo se siguen usando básicamente para el trabajo, como el pastor de los Pirineos, el perro Serra de Aires o el pastor croata, mientras que otras son ideales para la guarda y defensa, como el pastor de Beauce.

Algunas de las razas de este grupo se siguen usando para el trabajo, pero otras, entre las que destaca el pastor alemán, considerado «el perro» por excelencia, se encuentran entre las más populares del mundo. Deido sobre todo a su belleza y versátil temperamento.

Los primeros perros collies provienen de Escocia, un país pequeño pero poseedor de una gran variedad de terrenos y grandes espacios abiertos excepcionales para la ganadería, aunque las formas modernas de esta raza, como el border collie, el bearded collie, el collie de pelo largo o el smooth o collie de pelo corto, se desarrollaron posteriormente en Inglaterra.

Para cuidar de los rebaños también se seleccionó un grupo de razas de pastoreo con un tronco común, pero en cambio, muy diferentes entre sí. Los perros de pastor se dan en todos los países y en cualquier latitud. Muchos de ellos tienen características morfológicas tan específicas que es muy fácil reconocerlos.

Ese es el caso de los pequeños perros pastores de Hungría: el puli, el pumi y el mudi, tan singulares que no pueden pasar desapercibidos, o las dos razas de boyeros procedentes de las antípodas, el boyero australiano y el recién llegado Stumpy Tail.

De las Islas Británicas provienen el más pequeño de sus pastores, el de Shetland, una versión miniaturizada de otros perros pastores escoceses, y el de mayor tamaño, el antiguo perro de pastor inglés o bobtail, tal vez uno de los más mediáticos.

Completan este grupo dos razas grandes, el pastor polaco de Podhale y el pastor de Rusia meridional, y por último, el pastor blanco suizo, una variante del pastor alemán. Asombrosa es también la adaptación de algunos perros al medio en el que viven, como es el caso del pastor de Shetland, adaptado a vivir en una minúscula isla y a pastorear animales de reducido tamaño.

Los perros boyeros son un tipo especial de perros de pastor especializados en el transporte del ganado desde el campo a los corrales. El gran boyero de Flandes o el simpático boyero de las Ardenas son un claro ejemplo. Cumplen su función de manera eficaz tanto en las planicies de Flandes como en las inmensidades de Australia.

Finalmente, hay otros perros pastores, como el antiguo perro de pastor inglés o el pastor blanco suizo, que hace tiempo que dejaron sus funciones tradicionales para convertirse en excelentes animales de compañía.

Algunas razas ancestrales y tradicionales, como el pastor mallorquín o los perros pastores italianos de Bérgamo y pastor de Maremma, comparten espacio con otras de más moderna selección, como el fascinante perro lobo de Saarloos o el kelpie australiano.

Sin embargo, otras razas caninas han terminado siendo singulares en función del lugar en el que se han desarrollado, que es lo que sucede con el pastor rumano de los Cárpatos, los pastores holandeses o el pastor de Picardía.

Cuando, con el fin de garantizar su alimentación, el hombre inició el proceso de domesticación de diferentes especies animales para utilizarlas como ganado, el perro se convirtió en su auxiliar fundamental para las labores de pastoreo. Claro ejemplo de ello es el shapendoes.

Los pastores seleccionaron a sus perros en función del lugar donde vivían, del tipo de ganado que pastoreaban o de la tarea específica a la que se dedicaban. El resultado fue una gran variedad de perros de pastor adaptados a la vida en la montaña y los valles. Capaces de conducir el ganado y de protegerlo de depredadores como el lobo y los osos de la Europa central.

De ahí las grandes diferencias morfológicas existentes entre perros como los pequeños corgis galeses y el gran kuvasz o el cuvac, o entre el pelaje liso del gos d’atura catalá y las largas rastas del komondor. Sin duda, uno de los canes más populares es un caballero francés, el pastor de Brie, hoy tan usado como perro deportivo y de compañía como antaño lo fue para el pastoreo.

El perro ha sido desde el principio el auxiliar fundamental del hombre en la labor de pastoreo. Los pastores han seleccionado a sus perros en función de variables como el lugar donde viven, el tipo de ganado que pastorean o la función específica a la que se han de dedicar. El resultado ha sido una gran variedad de perros de pastor adaptados a la vida en la montaña, a los grandes valles, a conducir el ganado o a protegerlo de enemigos tan temibles como el lobo y el oso de la Europa central.

Razas de perros terriers

El término «terrier» procede de la palabra latina terra y alude precisamente a la capacidad que tienen estos perros de cazar en tierra (bajo ella o en la superficie), por lo que todos tienen en común su uso original para algunas suertes específicas de caza, especialmente la persecución de animales de madriguera.

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Con el tiempo, los terriers fueron derivando en razas muy diversas en función del lugar donde vivían y del uso específico al que se destinaban. Se pueden distinguir tres tipos muy diferentes de Terriers:

  1. De compañía: razas que por su belleza han derivado hacia un uso más de lujo y menos utilitario, como el Yorkshire o el australian silky terrier.
  2. Tipo bull: razas con un nacimiento destinado a los deportes de ring y que se hicieron muy populares a finales del siglo XIX: el bull terrier, el Staffordshire bull terrier y el american Staffordshire terrier.
  3. De talla grande y mediana: procedentes de diferentes partes de las Islas Británicas: el Kerry blue, parson Russell y welsh terrier.

Los terriers de compañía, en origen creados para la caza y el control de roedores, han pasado a convertirse en canes destinados a un uso más de lujo y menos utilitario. Ello ha contribuido sin lugar a dudas su belleza.

características razas de perros terriers

Gracias a su espectacular pelaje y a su simpático aspecto, estos canes se han convertido en los preferidos de un gran número de aficionados a las exposiciones caninas. Muy diferentes son los aguerridos y deportivos terriers de tipo bull, razas que fueron destinadas a los deportes de lucha en ring y que se hicieron sumamente populares a finales del siglo XIX.

Las razas que pertenecen al grupo de los terriers se utilizaron en origen para algunos tipos específicos de caza, especialmente para la persecución de animales de madriguera. Aunque luego se han usado también para el control de las plagas de roedores y como animales de compañía.

Pese a que la inmensa mayoría proceden de las Islas Británicas, también hay cabida para dos visitantes extranjeros: el terrier alemán de caza y el terrier brasileño. Éstos acompañan al resto de los terriers de talla grande y mediana, algunos de los cuales se encuentran entre los más populares del mundo.

Además de estos dos, aparecen varios terriers de talla grande y mediana, algunos de los cuales, como el fox terrier y el border terrier, se encuentran entre los más populares del mundo.

Otros canes como el irish terrier, el airedale terrier, el Lakeland o el irish soft coated wheaten terrier también son muy conocidos. Finalmente, hay otros tres más extraños y peculiares: el Bedlington, el Manchester terrier y el irish Glen of Imaal terrier.

Otros, no menos interesantes, son poco conocidos aunque bien merecen la atención de los aficionados. Todos ellos cazadores natos, actualmente se los destina más a tareas de guarda y, sobre todo de compañía.

Dentro del grupo de terriers de talla pequeña, o terriers de pata corta, se encuentran algunas de las razas más populares del grupo. Varias de ellas han trascendido del plano meramente cinófilo gracias a su profusa utilización como iconos publicitarios.

Como son los escoceses scottish terrier y West Highland white terrier, usados como iconos publicitarios desde hace muchos años. Otros, como el cairn, el Norwich, el Norfolk y el Jack Russell terrier, son también muy apreciados por su carácter, su dinamismo y su gran capacidad de adaptación.

Por último, se incluyen el Dandie Dinmont, el Skye y el Sealyham terrier, razas peculiares físicamente pero igual de atractivas, y los terriers japonés, terrier australiano y el terrier checo, que ponen la nota exótica.

Los terriers escoceses y los terriers del norte de Inglaterra pasaron de perseguir animales en sus madrigueras a convertirse en hábiles cazadores de roedores y, actualmente, en excelentes perros de compañía. También existen otros ejemplares más peculiares y exóticos, bien sea por su característica morfología bien por su procedencia más lejana.

Razas de perros cobradores, levantadores y de agua

Los retrievers, o perros cobradores, fueron seleccionados para cumplir con una función muy concreta. Recuperar las piezas abatidas por los cazadores y así no interrumpir la labor de los perros de muestra o de los levantadores.

Ver todas las razas de perro cobrador

Para llevar a cabo esta función hacía falta un perro tranquilo, de carácter sereno y con delicadeza para no destrozar la caza. Gracias a este proceso selectivo, hoy en día los retrievers figuran entre las razas más populares del mundo. Por su adaptabilidad, por sus cualidades como perro de compañía y por su versatilidad para desempeñar los más variados trabajos.

Son especialmente famosos el Golden retriever y el labrador retriever , por delante del flat coated y seguidos muy de lejos por el llamativo curly coated o retriever de pelo rizado y los primos americanos del grupo: el Chesapeake Bay retriever y el Nova Scotia duck tolling.

Cuando el hombre descubrió que el perro podía ayudarle en la caza, comenzó a hacerse acompañar por él y a especializarlo en todas las suertes. A enseñarle a rastrear, mostrar, levantar o abatir. Lo hizo a partir del siglo XIX, cuando la caza se convierte en un pasatiempo y en un deporte, y se hace necesario contar con perros que recojan las piezas, y ahorren tiempo y esfuerzo al cazador.

Así surgen las razas de perros cobradores, que debían ser animales incansables, adaptados a todos los terrenos y excelentes nadadores. Sobre todo, animales silenciosos y pacientes que permanecieran tranquilos junto a su guía esperando la orden. Gracias a esto, los retriever son hoy día una de las razas más populares del mundo como animales de servicio y compañía.

Una de las suertes más difíciles en la caza es la recuperación de las piezas, fundamentalmente anátidas, en zonas acuáticas ríos, lagos, pantanos e incluso en el mar. Por esta razón, desde muy antiguo se fueron seleccionando ejemplares caninos muy bien adaptados para nadar, con un tipo de pelaje especial que los protege del frío y la humedad, y con un gran instinto para el cobro.

Todas las razas de perros de agua, independientemente del país en el que se hayan originado, tienen estas particularidades como señas de identidad. Algunas comparten incluso características físicas que evidencian su lejano parentesco.

Como los retrievers, los perros de agua son animales muy apegados a las personas, dóciles, inteligentes y divertidos, que han sabido trascender de sus usos originales. Hasta convertirse en algunas de las razas de compañía más valoradas del mundo.

Las razas de perros de agua forman un grupo variopinto en cuanto a su origen, pero muy similar en lo que se refiere a su forma y función. A pesar de haberse desarrollado en zonas muy diferentes, todas ellas parecen guardar entre sí cierta relación. Se traduce en un físico parecido, un pelaje característico preparado para soportar la humedad y el frío, una habilidad extraordinaria para nadar y una inteligencia sumamente desarrollada.

Se trata de perros dotados de un fuerte instinto para la caza y el cobro de las piezas. Cuyo carácter tranquilo y afectuoso les ha permitido ocupar un lugar privilegiado en el corazón de los aficionados de todo el mundo.

Los spaniels, perros de caza prácticos, versátiles y poco exigentes, son uno de los primeros grupos de perros cazadores polivalentes, capaces de rastrear, levantar y cobrar las piezas con igual eficacia.

Las razas más antiguas, como el cocker inglés, el springer inglés y el springer galés, o el field spaniel, tienen un origen común, y fueron la moda y la adaptación a criterios estéticos o prácticos concretos las que motivaron la creación de las razas más modernas.

Así, los cockers de Inglaterra y los cockers de Estados Unidos se diferenciaron cada vez más por motivos estéticos hasta que nació una nueva raza, el cocker americano.

El cruce de spaniels con sabuesos en busca de perros con mayor habilidad para el rastreo dio origen en el Reino Unido a razas como el Sussex spaniel o el Clumber spaniel. También en la Europa continental surgieron algunos notables especies de perros cazadores como el spaniel alemán o el kooikerhondje o spaniel holandés, razas adaptadas a este tipo de caza.

Los spaniels han sido considerados durante muchos años como los perros de caza de las clases populares. Versátiles y capacitados para realizar casi todos los trabajos y participar en todas las suertes de la caza menor. Su origen se localiza en España aunque su mayor desarrollo y adaptación se dio en el Reino Unido.

También existe algún representante de otros países, como Alemania, Países Bajos o Estados Unidos, pero en todos los casos se trata de razas extraordinariamente apegadas a los seres humanos. Han sabido ir más allá de su uso originario como levantadores de caza para convertirse en excelentes animales de compañía.

Razas de perros de compañía

Dentro de las razas de compañía hay algunas que desde sus orígenes se seleccionaron con el único fin de formar parte integrante de la familia. Llenando un tiempo y un espacio muy importante en la vida de muchas personas, pero éste no es el caso de los caniches, unos perros de agua franceses que en origen eran un puro animal de caza.

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Tampoco los pequeños molosos como el carlino, el bulldog francés y el Boston terrier se pueden clasificar como meros perritos falderos, pues son perros de compañía dinámicos y divertidos. Y lo mismo ocurre con el chihuahua, una de las razas más pequeñas del mundo. Mucho más singulares, por su apariencia, escasez o reciente creación, son el spaniel continental enano (papillon y phaléne), el perro crestado chino o el pequeño perro ruso.

Los perros de compañía han sido seleccionados desde un principio con la única y exclusiva función de acompañar al ser humano. Llenan el espacio y el tiempo de muchas familias casi siempre con la única función de estar ahí para dar y recibir cariño.

Así, aunque también existen perros de compañía cuyo origen fue la caza o que muestran un temperamento fuerte y aguerrido, típico de razas más grandes, en la actualidad la mayoría de ellos sólo se conciben con la función que hoy se les atribuye.

Los perros de compañía de origen asiático forman un grupo de razas que se erige como paradigma de lo que son los perros como objeto de adoración y devoción. Animales que son apreciados por su simple presencia y que en ocasiones incluso tuvieron la consideración de seres semisagrados.

Éste es el caso de las razas tibetanas, como el Lhasa apso, el terrier tibetano, el shih tzu y el spaniel tibetano, y de otras procedentes de la antigua China imperial, como el pequinés, o del milenario Japón, como el chin o spaniel japonés.

También son grandes arquetipos del perro de compañía los pequeños spaniels Ingleses del rey Carlos II: el king Charles spaniel y el más popular y extendido cavalier king Charles spaniel.

Las razas do perros do compañía do origen asiático fueron objeto de devoción y de adoración durante cientos do años. Los canes tibetanos tuvieron una consideración mística, casi sagrada, en los templos budistas. Tanto el pequinés chino como el chin japonés gozaron del favor do las cortos imperiales, pues fueron considerados un preciado regalo por nobles y dignatarios de las cortos europeas entre los siglos XVII y XIX.

También favoritos de la realeza, en este caso inglesa, especialmente del rey Carlos II, fueron los dos pequeños spaniels que llevan su nombre. En la actualidad todos ellos forman parte de un grupo de razas caninas muy populares en todo el mundo.

La historia de algunos perros de compañía está íntimamente ligada a la de las clases sociales más altas, como sucede con el pequeño perro león, que desde siempre ha habitado los salones de las más altas familias.

Lo mismo sucede con los bichones: el bichón maltés, el bichón boloñés, el bichón frisé, el bichón habanero y el coton de Tuléar. Los cuales tienen su origen en las islas del Mediterráneo y en las Canarias, y desde allí pasaron a convertirse en las mascotas favoritas de las damas.

Otros canes, en cambio, empezaron su vida como perros de caballeriza, expertos cazadores de ratones y otros roedores. Hasta un tiempo después no dieron el salto a los grandes salones, como ocurrió con la familia de los grifones de Bélgica: el pequeño brabanzón o brabantino, el grifón belga y el grifón de Bruselas.

Algo parecido le sucedió al mucho más rústico y funcional kromfohrlánder alemán, aunque éste nunca ocupó un puesto destacado en los salones de la alta sociedad.

Los perros de compañía han tenido, en la mayoría de los casos, una historia muy ligada a las clases sociales más altas, pues eran un lujo que estaba al alcance de muy pocos. Durante siglos sólo los personajes más ricos podían permitirse tener momentos de ocio y los disfrutaban en compañía de unos perros pequeños cuya única labor era estar con su familia. Aunque en algunos casos también se utilizaban como pequeños guardianes e incluso, en invierno, como calentadores personales.

Razas de perros Teckels

Los teekels son unos perros tan particulares que merecen formar un grupo propio dentro de la clasificación que la Federación Cinológica Internacional hace de todas las razas caninas.

Ver las características y carácter del teckel

En realidad, a pesar de ser una única raza, cuenta con nueve variedades diferentes, que surgen de la combinación de tres tamaños distintos (estándar, miniatura y kaninchen, también llamado teckel para la caza del conejo) y tres tipos de manto (pelo corto, pelo duro y pelo largo).

Son tantas las particularidades del teckel o perro salchicha, y tantas sus virtudes que su gran popularidad como perro de caza se ha visto superada incluso por su fama aún mayor como animal de compañía.

El teckel ha pasado de ser un perro eminentemente de caza y de trabajo a convertirse en uno de los canes preferidos como animal de compañía en todo el mundo. Aunque presenta nueve variedades, forma una sola raza tan particular que la FCI la clasifica en un grupo aparte.

En cambio, los perros nórdicos de cacería que forman parte del grupo de los spitz son mucho menos conocidos y aún se consideran raros fuera de sus países de origen. Algunos conservan muchos de sus rasgos primitivos, por lo que componen uno de los grupos raciales más puros e inalterados de entre todas las razas caninas.

Razas de perros Spitz

El grupo de los perros spitz está formado por un conjunto de razas caninas que poseen un aspecto muy característico, con una cabeza que recuerda a la del zorro polar. Está dotada de orejas pequeñas y puntiagudas y con una disposición similar a la de éste.

Ver todas las razas de perros spitz

Algunas de las razas de este grupo están catalogadas dentro de las más antiguas del mundo, como sucede con el elghund, el spitz de Nonbotlen, el lundehund, el jámtiiund. También los tres laikas rusos (el ruso-europeo, el de Siberia oriental y el de Siberia occidental), el perro de osos de Carelia y el spitz finlandés.

Entre las razas de perros nórdicos, los que gozan de más fama y reconocimiento a escala mundial son quizá los llamados de trineo, que se dedican al tiro de estos vehículos sobre la nieve.

El alaskan malamute y el perro de Groenlandia, por ejemplo, se caracterizan por ser muy fuertes y resistentes, mientras que el husky siberiano es más ligero y veloz. Por último, el samoyedo se ha hecho muy famoso por su inmaculado pelaje blanco y su expresión amable, que le han valido el sobrenombre de «la sonrisa del samoyedo».

Mucho menos conocidos, aunque no menos útiles, son los perros nórdicos de pastoreo, un grupo que incluye razas como el pastor noruego, el lapphund, el spitz de los visigodos, el pastor islandés, el lapinporokoira y el suomenlapinkoira.

Aunque estas razas gozan de gran popularidad en sus países de origen, algunas apenas han traspasado sus fronteras naturales, por lo que permanecen como un tesoro cinológico aún por descubrir.

La literatura y el cine han convertido a los perros de trineo en verdaderas estrellas, respaldadas por historias legendarias que dan prueba de su gran utilidad y de su alto valor. Algunos se encuentran entre los perros más populares del mundo, como por ejemplo, el alaskan malamute y el husky siberiano.

Caso totalmente distinto es el de los spitz de pastoreo, cuyo papel y utilidad en sus países de origen es indiscutible pero que apenas han podido llegar al gran público a escala internacional. Japón, China o Corea son países en los que la tradición es tan sumamente importante que lo invade todo, incluso a sus perros, los cuales forman parte también de su cultura, su historia y sus tradiciones.

De las razas asiáticas, hay algunas como el chow chow o las dos variedades de akita que han traspasado las barreras nacionales. Se han hecho populares a escala mundial, algo que también sucede, pero en menor medida, con razas como el shiba inu y el spitz japonés. En cambio hay otras, como el hokkaido, el kishu, el kai, el shikoku o el jindo coreano, que son mucho menos conocidas.

Muy curiosa resulta la historia del eurasier, que también es una raza de spitz de tipo asiático pero que se ha desarrollado recientemente, en contraposición a la ancestral antigüedad de los otros miembros del grupo, además de tener su lugar de origen en Europa.

Los spitz asiáticos conforman un grupo fascinante que une a su historia normal todo un legado de tradiciones culturales e incluso leyendas. Desarrolladas desde hace miles de años, estas razas sólo han podido trascender de su región original en tiempos muy recientes, algunas de ellas con notable éxito.

El caso del eurasier, un spitz asiático creado en Europa, es una rareza y una excepción dentro de un grupo cerrado. Muy tradicional de razas que en sus países de origen están consideradas como tesoros o monumentos nacionales.

Los spitz alemanes forman un grupo racial amplio y muy popular a escala internacional, y la variedad más conocida de esta familia es el pomerania, probablemente uno de los perros de compañía más famosos del mundo. También es conocido el volpino italiano, un spitz blanco de compañía que se asemeja a una versión miniaturizada del samoyedo.

Los spitz de tipo primitivo, en cambio, no son tan famosos y casi todos tienen su origen en los perros que habitaban el Egipto faraónico.

Componen este grupo los podencos ibicenco, podenco canario y podenco portugués, así como el cirneco del Etna, el perro del faraón, el de Canaán, el thai ridgeback, el perro de Taiwán, el basenji y los perros sin pelo de México y de Perú.

Los spitz alemanes se presentan en diferentes tamaños y colores pero todos ellos responden a un prototipo racial muy similar, y algo parecido sucede con los perros de tipo podenco, que se originaron a partir de un perro egipcio al que los fenicios llevaron hasta todos los rincones del Mediterráneo. Entre las razas más antiguas del mundo se encuentran también perros singulares que, afortunadamente, han llegado hasta nuestros días procedentes de Africa, del lejano Oriente o del continente americano.

Razas de perros de guarda y defensa

Entre los perros más populares del mundo se encuentran precisamente los de guarda y defensa. La FCI los reúne en el grupo 2, el más grande en número de razas después de los sabuesos.

Ver todas las razas de perros de guarda o defensa

Y no es de extrañar, pues en él se incluyen razas tan conocidas como el dóberman, los pinschers y las diferentes variedades de schnauzer, todas ellas procedentes de Alemania. Derivado de este último, está también el terrier negro ruso, una de las razas más modernas que existen, como lo es igualmente en el reconocimiento internacional el perro de granja danés y sueco.

Entre los menos conocidos se hallan asimismo el pinscher austríaco, el smous holandés y el affenpinscher, los boyeros suizos, el Boyero de Berna, el Boyero de Entlebuch, el gran boyero suizo y el de Appenzell, todos ellos adornados con una gama de colores única e inconfundible en su manto.

Los perros de guarda y defensa acompañan al hombre desde hace siglos y lo ayudan en tareas de vital importancia. La defensa de la casa y de la propiedad, la de las personas de la familia o la de los animales de granja y el ganado son algunas de ellas.

Varias razas de este grupo han ido más allá de su uso tradicional y constituyen populares animales de compañía o de deporte. Otras son más peculiares y menos conocidas, pero todas ellas siguen demostrando con eficacia que su temperamento está genéticamente predispuesto para cualquier labor que se les encomiende.

Una de las utilidades más extendidas y apreciadas del perro doméstico es su incomparable trabajo en tareas de guarda, protección y defensa, y son dos de las razas más populares del mundo en estas labores son el bóxer y el rottweiler.

Junto a éstos, también encontramos a los canes descendientes de los llamados «perros de la guerra«, dogos de distinto tipo que acompañaban a ejércitos venidos de Asia o a las legiones romanas en sus campañas por Europa, como son el dogo de Burdeos, el dogo mallorquín, el dogo alemán, el mastín napolitano y el cane corso.

También de sangre guerra, son el dogo argentino y los perros de fila, el brasileño y el de San Miguel, mientras que el peculiar shar pei constituye una de las razas de perro más singulares del mundo, caracterizada por las arrugas de su piel y por el tacto arenoso de su pelo.

Las razas de guarda y defensa son apreciadas por aficionados al trabajo deportivo en todo el mundo, puesto que constituyen perros valientes, fuertes y entregados que han heredado su pasión y su fidelidad de los antiguos “perros de la guerra”, dogos de distinto tipo que acompañaban a ejércitos procedentes de Asia o a las legiones romanas en sus campañas por Europa.

Estos perros viajaron luego con los conquistadores hacia América, y dieron lugar a nuevas razas. Algunas han llegado hasta nuestros días gracias a que poseían alguna peculiaridad distintiva, como ha ocurrido con el tan especial shar pei chino, pero en cambio, otras, desgraciadamente, se han quedado por el camino.

Las inhóspitas regiones de montaña diseminadas por todo el mundo se caracterizan por la presencia de animales salvajes. Grandes depredadores que se han convertido en enemigos tradicionales de los hombres que viven allí y, especialmente, de su ganado y sus posesiones.

Para auxiliar en el control de dichos oponentes feroces y para colaborar en la conducción segura de los rebaños, desde tiempos inmemoriales se han seleccionado grandes perros de montaña, o de tipo mastín, como el mastín español y el mastín del Pirineo, ambos ibéricos.

Pero también tenemos al perro de montaña de los Pirineos, que es francés, u otras razas más desconocidas como el pastor de Anatolia, el tornjak, el pastor del Cáucaso, el sarplaninac, el hovawart o el leonberger. Atienden a esta misma tipología, aunque en labores muy diferentes, el famoso perro de san bernardo suizo, el terranova canadiense y su versión europea, el landseer.

Antiguamente, las regiones montañosas de todo el mundo estaban pobladas por un gran número de animales salvajes, grandes depredadores que se convirtieron en enemigos tradicionales de los hombres que allí vivían y, especialmente, de su ganado y de sus posesiones.

Con el fin de ayudar a controlar a aquellos feroces oponentes y para colaborar en la conducción segura de los rebaños, desde tiempos inmemoriales se han seleccionado los grandes pastores de montaña, o perros de tipo mastín. Algunos de los cuales realizan también otro tipo de tareas, como el auxilio en la pesca o el salvamento acuático.

Desde Asia central llegaron a Europa unos grandes perros de la guerra que, tras ser seleccionados y adaptados para distintas funciones por los ingleses, en Gran Bretaña dieron lugar a razas tan conocidas como el bulldog inglés, el bullmastiff y el mastiff o mastín inglés.

Todos ellos excelentes molosos británicos que han llegado hasta nosotros convertidos en versiones más civilizadas de lo que fueron y con grandes virtudes como animales de compañía. Pero la semilla de estos canes de origen asiático no se limitó a las Islas Británicas sino que se propagó por todo el mundo, dando lugar a razas de tipo dogo tan diversas como el dogo canario, el broholmer, el cimarrón uruguayo o el tosa.

Y a otras de montaña como el aidi, el rafeiro do Alentejo, el pastor de Karst, el perro de Serra da Estrela, el perro de Castro Laboreiro, el pastor de Asia central, el pastor rumano de Bucovina, el pastor rumano de Mioritza, o el más próximo al original, el dogo del Tíbet.

Razas de perros de muestra o caza

Los perros de muestra son los canes de caza menor por excelencia. Desarrollados casi hasta la perfección funcional al mismo tiempo que las armas de fuego, han sido el eterno compañero de los cazadores de a pie.

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Algunas de las razas de este grupo tienen una fama internacional ganada a pulso, como es el caso del pointer inglés y de los diferentes tipos de setters, el setter inglés, el gordon setter y los dos tipos de setter irlandés, el rojo y el rojo y blanco.

En la Europa continental se dan también numerosos perros de muestra que están vinculados a unas regiones determinadas. Como ocurre con los bracos franceses del Ariége, de Auvernia o del Bourbonnais, con el braco italiano o con el menos conocido pudelpointer alemán. Raza, esta última, que aúna las virtudes de los perros de muestra con las habilidades de los perros de agua.

La caza con el auxilio de perros especializados en distintas suertes pasó de ser un pasatiempo para nobles y ricos desocupados a convertirse en un deporte mucho más común que llevó a desarrollar una importante industria a escala internacional.

Este fenómeno explica la enorme popularidad de las razas de perros de muestra, el aprecio que por ellas sienten los cazadores, su elevada cotización y la fama que alcanzan los ejemplares más diestros.

Frente a la mayor especialización de los perros de muestra británicos, los continentales se caracterizan por su gran polivalencia. Así, la mayoría son capaces de levantar, rastrear, mostrar e incluso cobrar en diferentes terrenos y con distintas especies, lo que compensa su mayor lentitud y los sitúa entre las razas preferidas de muchos cazadores de todo el mundo.

Alemania y Francia han sido los lugares de origen de muchas de estas razas. Del país germano destacan los bracos de pelo corto, duro, largo y áspero, el münsterlánder en sus dos tamaños y el famosísimo braco de Weimar.

Y en Francia el antiguo braco francés dio lugar al de Saint-Germain y a los bracos franceses de Gascuña y de los Pirineos. Otras razas presentes son el spinone italiano y los holandeses perdiguero de Drente y perro de muestra frisón.

Los cazadores de a pie del continente europeo han sido, tradicionalmente, personas deportistas, animosas y pertenecientes a un espectro social más amplio que el tradicional cazador británico. Esto dio lugar a la necesidad de contar con buenos perros de muestra que, además, pudiesen desempeñar otro tipo de trabajos en la caza, pues los cazadores no podían contar con diferentes perros especializados para cada suerte distinta.

Los perros de muestra europeos son muy polivalentes y trabajan sobre diferentes especies y en terrenos muy variados, lo que los ha convertido en una herramienta esencial para aficionados de todo el mundo.

La caza es una actividad que cuenta con practicantes en todos los rincones del mundo, y éstos, para el auxilio en tal disciplina, han seleccionado desde siempre perros ágiles, deportivos y versátiles; aunque en virtud de la zona geográfica donde se haya originado, cada tipo de can presenta notables diferencias.

Todos los perros que aparecen en este tomo son originarios de diferentes países del continente europeo, como por ejemplo el perdiguero de Burgos, un can español y, con toda seguridad, el que tiene un linaje más antiguo de todos ellos, o el perdiguero portugués, el cual, como bien indica su nombre, viene del país luso.

De Francia se recogen razas como el spaniel francés, el bretón, el picardo, el azul de Picardía y el de Pont Audemer, así como el grifón kort liáis, y desde Pimunarea llega el antiguo perro de muestra danés.

No menos tradicionales son las razas provenientes del este de Europa, como el vizsla o braco húngaro y los grifones eslovaco y de Bohemia. En casi cualquier rincón del planeta es posible contemplar el inconfundible binomio que forman el cazador de a pie y su perro.

Este es el tipo de caza más popular del mundo y por eso las razas de perros de muestra ocupan también un lugar destacado en las preferencias de los aficionados. Existen razas de este grupo en muchos países diferentes y con multiplicidad de tipos, tallas, estructuras, pelos y colores, que responden a la necesidad de adaptar las características de los perros al lugar donde trabajan.

Razas de perros sabuesos

Desde tiempos inmemoriales, los sabuesos han formado parte de la tradición cinegética, en especial de la europea, pues, de hecho, fueron los primeros perros que se utilizaron para la caza organizada, cuyo único fin era seguir el rastro de las piezas que los cazadores perseguían bien a caballo, bien a pie.

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En este grupo se incluyen muchas razas de características especiales, con patas cortas y largas orejas colgantes, como es el caso de los bassets franceses (el basset artesiano de Normandía, el basset azul de Gascuña, el basset leonado de Bretaña, el gran basset grifón vendeano y el pequeño basset grifon vendeano, el drever sueco, el pequeño sabueso suizo y el sabueso alemán.

Algo diferentes resultan el famosísimo beagle inglés, uno de los perros de jauría más populares del mundo, el también muy conocido dálmata, y el rhodesian ridgeback. Estos dos últimos han sido agrupados con los sabuesos desde hace poco y, amén de tener un tipo diferente, también desempeñan una función distinta.

La caza ha sido desde hace muchos siglos una labor de supervivencia que, con el tiempo, se ha transformado en una actividad recreativa de gran importancia en todo el mundo. En las zonas de bosque y de espesura se hizo patente desde un principio la necesidad de contar con el auxilio de perros que, utilizando su finísimo olfato, fuesen capaces de seguir incluso el rastro más débil.

Esta tarea la cumplen a la perfección los sabuesos, quienes con su vehemencia y perseverancia hacen flaquear las fuerzas y los recursos de sus presas hasta que, indefectiblemente, éstas acaban sucumbiendo a su acecho. Acostumbrados a vivir en jaurías y a trabajar en grupo a las órdenes de los cazadores, los grandes sabuesos de montería, que componen un grupo racial muy característico, han protagonizado gestas míticas en la historia de la caza.

Francia es el paraíso de este tipo de razas; de allí proceden el poitevin, el billy, el sabueso francés, el gran sabueso anglo-francés, el gascón saintongeois, el gran sabueso azul de Gascuña y el gran basset grifón vendeano. Y de Inglaterra llegan el conocidísimo basset hound, el otterhound, emparentado con los grandes grifones, y el más famoso de todo ellos, el foxhound, cuyo primo americano es casi una copia de éste.

El también el perro de Saint-Hubert el mítico gran sabueso original sobre cuya versión actual se disputan la paternidad ingleses y belgas; el americano coonhound y el perro tejonero de Westfalia ponen la nota más exótica a este grupo.

La caza mayor ha apasionado a muchos aficionados desde hace siglos, pues representa tal vez el tipo de caza más vinculado a las gestas de aquellos cazadores originales que se enfrentaban a grandes enemigos en una lucha por la supervivencia.

Y para el ejercicio lúdico de la misma los grandes nobles, que solían cazar a caballo, desde siempre se hicieron acompañar por perros de fino olfato, los sabuesos de gran montería, capaces de encontrar un rastro por débil que éste fuera y de llevar a sus amos hasta la codiciada pieza, rastreándola, acosándola e incluso dándole la muerte.

La caza con sabuesos es, tal vez, la modalidad cinegética más clásica y extendida, además de la más antigua, y por ello existen perros de este tipo en casi todos los países de Europa.

Prueba de ello son las más de 20 razas de sabuesos que existen, con representantes de Italia, como el sabueso italiano; otros originarios del centro de Europa, como el austriaco negro y fuego, el sabueso del Tirol, el estirio de pelo duro, el sabueso eslovaco, el sabueso polaco, el gonzcy polski, el tejonero alpino, el sabueso de sangre de Baviera y el de sabueso de Hannover.

Tres más procedentes de la región de los Balcanes: el sabueso tricolor serbio, el sabueso serbio y el sabueso montenegrino de montaña. Por último, un buen número de representantes escandinavos, como el sabueso noruego, el sabueso de Hamilton, el sabueso de Hygen, el sabueso de Halden, el sabueso de Schiller, el sabueso de Smáland y el sabueso finlandés.

Existen sabuesos de montería prácticamente en todos los países de Europa, lo que da prueba de la popularidad y la extensión de esta modalidad de caza desde hace muchos siglos.

La mayoría de los canes se caracterizan por un olfato finísimo y una gran fuerza y resistencia física, pues proceden de lugares montañosos o con inviernos muy fríos. También se incluye a los «sabuesos de sangre», especialistas en seguir piezas heridas.

Los sabuesos de talla mediana constituyen un amplio y variado grupo de razas, muchas de ellas derivadas de otras similares de mayor tamaño, cuyo desarrollo se llevó a cabo en función de las piezas de caza a las que se habían de dedicar.

La fama que consiguieron estos perros propició que se dieran sabuesos medianos prácticamente en todos los países de Europa. Por ejemplo, el sabueso español, el sabueso suizo, sabueso croata, sabueso bosnio de pelo duro, el sabueso helénico, el sabueso de Transilvania, el sabueso de Posavaz y el harrier inglés.

Asimismo, aparece una gran variedad de perros originarios de Francia, paraíso de la montería: el beagle-harrier, el sabueso anglo-francés mediano, el sabueso del Ariége, el sabueso artesiano, el pequeño sabueso azul de Gascuña, los grifones nivernés, leonado de Bretaña y azul de Gascuña, el porcelana y el briquet grifón vendeano.

La caza con sabuesos se inició como una modalidad al alcance de las personas más adineradas, las únicas que podían mantener grandes jaurías y dedicarlas al rastreo y al acecho de las piezas de caza más grandes y complicadas.

Pero con el tiempo aparecieron nuevas modalidades y con ellas surgieron los sabuesos de talla mediana, especializados en la caza de la liebre y el conejo, pero con la posibilidad de dedicarse a cualquier tipo de montería, y que tanto trabajaban en jauría como en grupos más pequeños o en solitario, lo que los puso al alcance de personas menos pudientes.

Razas de perro lebreles o galgos

Los galgos o lebreles son, sin duda, la expresión de la elegancia canina. Cazan utilizando la vista y su especialidad es la velocidad, por lo que cuentan con un cuerpo estilizado, esculpido con cincel, y con una musculatura siempre bien definida, sobre todo los lebreles de pelo corto.

Ver todas las razas de perros lebreles o galgos

Similares en apariencia, a veces un mismo tipo de perro se da en escalas muy diferentes, como ocurre con el gran galgo inglés, el whippet de tamaño mediano, el galgo árabe, y el pequeño galgo italiano.

Y algunos galgos, como el galgo español, el galgo polaco y el galgo húngaro, tienen tras de sí toda una historia de cacerías y de carreras, ligada casi siempre a las clases sociales más altas, mientras que otros, como el azawakh, impregnan su imagen de misticismo y recuerdan a los antiguos galgos orientales, elegantes, distantes y siempre atentos a todo cuanto sucede a su alrededor.

Los lebreles son uno de los grupos de canes más selectos, antiguos y apreciados dentro de los perros de caza. Especializados en cazar utilizando la vista, descienden en su mayoría de los antiguos galgos orientales y, además de con unas excelentes virtudes cinegéticas y temperamentales, cuentan con una imagen muy particular, llena de elegancia, que ha llevado a algunos autores a compararlos con los caballos de carreras.

Existen galgos de diferente tipo y pelaje, pero todos ellos tienen en común esta gran habilidad para la caza y, sobre todo, para la carrera; de hecho, son los más veloces de todos los componentes de la especie canina.

Los galgos de pelo largo, áspero, duro o con flecos, forman un reducido grupo de razas con una personalidad y una belleza tan peculiares que difícilmente pasan desapercibidos.

El lobero o galgo irlandés destaca por ser el más grande de los lebreles y una de las razas caninas de mayor tamaño, y, junto con el galgo o lebrel escocés, que es algo más pequeño y ligero, se caracteriza por poseer un pelo hirsuto y semilargo.

Por otro lado, el galgo ruso o borzoi se ha convertido en un icono para el arte y la cultura de su país, por lo que aparece en numerosas pinturas, grabados e incluso esculturas de distintas épocas. Por último, el galgo afgano y el saluki son los representantes directos de los antiguos galgos orientales y forman parte, por tanto, de uno de los linajes caninos más antiguos y nobles.

Los galgos de pelo largo o duro han sido utilizados fundamentalmente para la caza, y en función de la zona donde se hayan desarrollado han trabajado sobre piezas tan variadas y peligrosas como osos, lobos, ciervos y zorros, además de los sempiternos conejos y liebres. No obstante, con el tiempo también se les han dado otros usos, como las carreras, la guarda, la guerra o la compañía, y en todos ellos han destacado sobremanera.

Cuántas razas de perro existen

Las razas caninas son múltiples y diversas. La Fédération Cynologique Internationale (FCI), reconoce a más de 350 razas de perros, y en los 100 años de historia de la entidad, sus más de 80 afiliados han emitido los pedigríes de los ejemplares pertenecientes a todas ellas.

cuantas razas de perro hay en el mundo

Entre las distintos tipos de perros se dan marcadas diferencias. Básicamente morfológicas, pero también funcionales y de temperamento, y es esta diversidad la que dota al universo canino de su singular belleza e interés.

Las diferentes clases de perros se clasifican en 10 grupos atendiendo a sus aptitudes funcionales. Los sentidos, las cualidades físicas y el temperamento. E incluso, el tipo de alimentación propios de cada una de ellas se han forjado a lo largo de los años con el objetivo de mejorar el desempeño de sus tareas.

Muchos de estos oficios han quedado hoy obsoletos, pero curiosamente nacen otros nuevos que contribuyen a la cada vez más estrecha relación entre el hombre y el perro. Difundir este conocimiento significa fomentar no solo la mejora de las razas sino también la comprensión y el respeto por el mundo canino en toda su amplitud.

Todos los artículos informativos de cada una de las razas que aquí puedes encontrar, tiene el propósito de reunir y transmitir todo el saber sobre estos magníficos animales. Del mismo modo, nos gustaría que sirvan para amparar la salud y el bienestar de todos los perros del mundo, un estímulo al conocimiento y al desarrollo de la canoflia o cinofilia, y fomentar aún más el estrecho lazo que une a personas y perros.

Por qué hay tantas razas de perro

Una de las claves que ha propiciado la continua evolución del hombre a lo largo de miles de años es la capacidad para asumir sus debilidades y procurar ponerles remedio mediante la invención y el uso de herramientas y utensilios que le ayudan a controlar y modificar el medio.

En este sentido, las armas para la caza le permitieron imponerse a otras especies, y fue precisamente esta actividad de supervivencia la que propició el contacto entre los hombres y los lobos.

Casi por casualidad se descubrió que una cierta colaboración podía ser beneficiosa para ambos, de modo que los humanos de hace más de 100.000 años empezaron a alimentar a los lobos que colaboraban en sus cacerías, los cuales poco a poco los empezaron a acompañar hasta sus poblados.

Cuando más tarde se inició la domesticación de determinados animales para de ese modo procurarse un medio de aprovisionamiento más seguro y estable, dando lugar a la ganadería, aquellos lobos se empezaron a seleccionar para que ayudaran en el pastoreo, conduciendo y protegiendo los rebaños.

Y fue la capacidad de aquellos lobos o primitivos perros para defender a los animales del ataque de depredadores temibles lo que los convirtió también en fieles y seguros guardianes de granjas, casas y poblados.

Poco a poco, los humanos descubrieron nuevos talentos en sus perros. Se hicieron acompañar por ellos en todo momento y los emplearon en las tareas más diversas, potenciando en cada caso las características del perro que mejor se adecuaban al tipo de trabajo que debía realizar o a las condiciones específicas del lugar en el que vivían.

De manera que esa especie única y bastante joven fue evolucionando lo suficiente como para dar lugar a las más de 300 razas existentes, con diferencias muy notables en cuanto a tamaño, estructura, pelaje, color, temperamento…

Origen de las razas caninas

Todos los perros del mundo pertenecen a una única especie, el Canis familiaris, que tiene a su antecesor en el lobo. La selección de las diferentes razas comenzó siendo un asunto casual, no premeditado, hasta finales del Neolítico, cuando se las destinó a diversos usos específicos.

En la actualidad, dicha selección depende exclusivamente de la necesidad o del capricho de los humanos. Los hemos destinado a tareas determinadas, eligiendo a los individuos más adecuados para ellas.

Con el tiempo, aquellos animales que más destacaban por su fuerza, su velocidad, su resistencia, su memoria, su valor… empezaron a ser cruzados con otros que poseían sus mismas cualidades. De modo que se inició una crianza selectiva que originó linajes determinados. Con especificidades características en el ámbito físico y temperamental, lo que dio lugar a lo que hoy se conoce como razas.

Es curioso señalar cómo la evolución y la historia de la crianza de los perros se produjo de manera simultánea en lugares muy distintos del planeta. A veces, con muy poco contacto entre sí.

Sin embargo, la selección por parte de los humanos para el desarrollo de tareas parecidas o idénticas propició la aparición de razas diferentes. Y, no obstante, a veces muy relacionadas, tanto morfológicamente como por su carácter y utilidad. De esta manera, las más de 300 razas caninas puras existentes en el mundo se pueden agrupar en grandes grupos dependiendo de su uso.

Regulación de la crianza de perros selectiva

A partir del siglo XIX, la crianza selectiva se convirtió en un hecho social relevante. Se percibió la necesidad de regular las características de cada raza, compartir esfuerzos y conocimientos, y fomentar el uso de los perros para sus diferentes funciones.

Surgieron así las primeras asociaciones de criadores, se redactaron los primeros estándares raciales y se celebraron las primeras exposiciones. En 1873, se fundó el Kennel Club inglés. La primera gran asociación cinológica que veló por la selección y crianza de las razas caninas y por el respeto a sus estándares.

Poco a poco fueron surgiendo asociaciones similares en diferentes países hasta que en 1911 se fundó la Fédération Cynologique Internationale (FCI). Con presencia en los cinco continentes, considerada hoy la más importante del mundo. Ésta organiza las razas en diez grupos atendiendo a sus utilidades básicas. Y, tiene como misión fundamental la promoción de las razas caninas en todo el mundo, velando siempre por el bienestar de los perros.

El perro y el hombre

El perro es algo más que un simple animal. Hace ya muchos años que sus funciones originales, como la caza o el pastoreo, fueron quedando relegadas a un segundo plano frente a su enorme valor social.

En un mundo como el actual, cargado de tecnología sofisticada que se renueva casi a diario, la presencia de los perros simboliza una conexión con nuestra naturaleza más íntima, con nuestros orígenes Los perros reafirman al hombre en su condición de ser evolutivamente superior.

Nos dan confianza, seguridad y responsabilidad, algo que va más allá de las obligaciones cotidianas, pero, por encima de todo eso, nos proporcionan compañía y un cariño fiel e incondicional que nos hace ser sustancialmente mejores.

Además de sus funciones originales y de su empleo más sobresaliente como animal de compañía, los perros han visto cómo sus cualidades naturales se han ido adaptando para servir en tareas de índole social de capital importancia: nos guardan, nos defienden, colaboran en la recuperación de personas enfermas y en la integración de otras en situación marginal, o hacen un poco más llevadera la soledad de muchos ancianos.

Éstas son solo algunas de las muchas tareas que los perros hacen hoy por nosotros y por eso nos sentimos obligados a hacer algo por ellos, al menos lo que está a nuestro alcance: fomentar su conocimiento.

Porque el perro sigue siendo hoy un gran desconocido para el hombre. Tal vez sea por la costumbre de verlo siempre ahí, con su estoica fidelidad, dándolo todo sin pedir nada a cambio, pero el hecho es que se ha dedicado muy poco tiempo a profundizar en el conocimiento de esta especie tan compleja, tan diversa y que, en realidad, no es más que un reflejo vivo de nuestra propia historia y evolución.

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Comentarios (7)

Espectacular!!! no sabía que existían tantísimas razas de perro en el mundo. Me ha gustado mucho y aunque no los he visto todos, los que pude ver me ha parecido una ficha muy completa de cada animal.
Soy un gran amante de estas mascotas, y siempre hemos tenido uno o varios perros en casa… de raza y también mestizos.
También me gusta que expliquen consejos a la hora de comprar un cachorro, pero que también que lo hagan para la adopción. Hay muchos perritos esperando una familia que les acoja, no importa si son mezcla o pura raza.

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Gran artículo y muy agradable de leer. Sobre todo para los amantes de estos animales como soy yo… saludos!

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Muy buen artículo, amo a esos animalitos peludos de cuatro patas…. Los mejores amigos del hombre.
Gracias!!!

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Muy buena la información sobre la vida y obra de nuestros perros de dónde han venido que que llevan con el ser humano
siglos

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Espectacular toda la información sobre las razas de perros. Desconocía que existían tantas. Adoro a estos peludos!!!

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excelente trabajo de investigación y difusión

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Me gustó mucho el artículo. Sobre todo la infinidad de razas de nuestros mejores amigos del hombre, los adorables perros.
Como veterinario, siempre tienen en mi corazón un espacio muy especial. He tenido varios perros en toda mi vida y cada uno de ellos me ha dejado un recuerdo maravilloso de fidelidad, ternura, compañía, humildad, inteligencia, etc.
Son muchas las cualidades que tienen estas maravillosas criaturas. Salud por todos los perritos y quiera dios que sigan entregándonos tanto cariño, afecto, compañía y tantas otras cualidades que los hacen sencillamente irremplazables.

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