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Enfermedades de los gatos

Es importante conocer las principales enfermedades de los gatos, así como sus síntomas y tratamientos. Los felinos son mascotas maravillosas y si tienes uno o tienes pensado tenerlo, debes estar informado para prevenir y tratar a tu felino, en cuanto antes. En CurioSfera-Animales.com, te explicamos las dolencias más graves que pueden afectar la salud de un gato.

Ver cómo saber si un gato está enfermo

Síntomas de las enfermedades de los gatos

Lo primero que debes saber es que casi todas las dolencias que puede sufrir tu mascota muestran ciertos síntomas. Es fundamental poder detectarlos para poder aplicar un tratamiento veterinario lo antes posible. Normalmente un gato tiene buen apetito, ojos transparentes, buen tono muscular, una expresión alerta, deposita heces firmes y exhibe un pelaje brillante. Si alguna de estas características cambia, es probable que el gato esté sufriendo algún trastorno.

enfermedades de los gatos

No te alarmes si tu gato rehúsa una o dos comidas, porque esto es bastante normal, pero si sigue rechazando la comida, puede ser un signo de enfermedad. La diarrea es otra indicación de que algo no va bien. Al menos esto indica la posibilidad de parásitos intestinales. Un pelaje en malas condiciones puede sugerir una carencia nutricional o la presencia de parásitos externos.

Ver por qué mi gato no come

Aprende cuál es el estado normal de tu gato sano y examínalo continuamente para detectar posibles variaciones. La detección oportuna de un problema puede facilitar el tratamiento necesario y ayudará a detener una enfermedad antes de que llegue a ser grave. Veamos a continuación las principales enfermedades que puede sufrir tu gato:

Enfermedades virales

Las enfermedades virales son la mayor causa de mortandad entre los gatos. Por ello es fundamental su detección precoz para que el veterinario pueda administrar el tratamiento adecuado y evitar problemas graves. Las más importantes son:

Panleucopenia felina

Una de ellas, llamada panleucopenia felina infecciosa, aunque es más conocida como FIE, fiebre de los gatos, moquillo felino o enteritis felina, ataca los intestinos del gato. Su aparición se caracteriza por los siguientes síntomas:

Como esta enfermedad ataca de manera tan rápida es fácil confundirla con un envenenamiento. Si notas alguna vez estos síntomas en tu gato contacta con tu veterinario para una diagnosis y tratamiento inmediato.

síntomas Panleucopenia felina

La panleucopenia se contagia por contacto con áreas contaminadas, con animales infectados o con sus heces, o mediante un intermediario como un ser humano, un perro, una mosca o una pulga que haya estado en contacto con la enfermedad. Si bien esta enfermedad puede ser transmitida por los seres humanos o por los canes, no es infecciosa para ellos.

Puesto que los gérmenes pueden durar largo tiempo, no se considera seguro llevar un gato no vacunado a una casa en la que ha habido casos de moquillo hasta que hayan pasado al menos unos seis meses. Todas las mantas, comederos y bebederos, cajas de arena y similares habrán de eliminarse previamente.

Desde hace algún tiempo existe una vacuna que protege a los gatos contra la panleucopenia, esta enfermedad asesina. Se suele suministrar cuando el gato tiene unas ocho semanas de edad. Cada año hay que poner al gato inyecciones recordatorias. Puesto que los gatitos son especialmente vulnerables a la FIE es absolutamente necesario vacunarlos a la edad adecuada.

Neumonía y rinotraqueítis en gatos

Otras dos enfermedades vira­les altamente contagiosas son la neumonía y la rinotraqueítis. Sus síntomas son similares a los de un resfriado grave o a los de la fiebre de los seres humanos:

  • Ojos lacrimosos.
  • Temblores.
  • Estornudos.
  • Goteo nasal.
  • Dolor de garganta.
  • Dolores generales.

La neumonía se difunde por el aire y por contacto directo con objetos sobre los cuales se ha estornudado. Debido a que la nariz de un gato enfermo se ve afectada, el animal no puede oler su comida, y muchas veces rechazará el alimento. Esto no es conveniente; el debilitamiento que esto produce en el animal es peligroso y puede ser necesario alimentarlo a la fuerza para que mantenga su resistencia y su fuerza.

La detección y el tratamiento tempranos son importantes porque si bien la neumonía es mortal no actúa tan rápidamente como la panleucopenia y puede ser vencida con antibióticos. Después del tratamiento por un veterinario, el gato enfermo debería ser aislado, bien cuidado, en un ambiente cálido y libre de corrientes de aire.

Existe una vacuna que sin embargo no ofrece protección permanente contra estas enfermedades y que por lo tanto ha de ser inyectada periódicamen­te. Sigue los consejos de su veterinario. Los gatos están también expuestos a resfriados, que se transmiten de un gato a otro. Los síntomas, aunque menos severos, son parecidos a los de las enfermedades graves ya descritas, de modo que es necesario el diagnóstico y el tratamiento de un veterinario.

Rabia o hidrofobia en gatos

La rabia o hidrofobia es otra enfermedad viral que puede afectar a los gatos. No existe una cura conocida, pero es controlable. Los murciélagos, las mofetas y los zorros son portadores conocidos.

Los gatos de granja o de campo que tienen posibilidades de entrar en contacto con estos animales son, por lo tanto, los más expuestos. Una herida o corte abierto que entre en contacto con la saliva de un animal infectado de rabia bastan para que el animal (cualquier mamífero) contraiga la enfermedad.

Los gatos pueden ser vacunados contra la rabia y ciertas agencias municipales y gubernamentales suelen ofrecer esta protección sin coste alguno. Es frecuente que se pida una prueba documental de la protección contra esta enfermedad para transportar o viajar con un felino.

Ver cómo saber si un gato tiene rabia

Leucemia viral felina

En los últimos años ha aparecido otro enemigo mortal: la leucemia viral felina. Los investigadores han trabajado para producir una vacuna contra esta amenaza y es muy recomendable que un veterinario se la ponga a tu mascota felina.

Muchas veces, podrás ver que un criador anuncia sus animales como FeLV neg. Esto significa que sus gatos han sido examinados para detectar esta enfermedad y han sido hallados libres de ella. Como la leucemia es casi siempre fatal, se recomienda encarecidamente su vacunación.

Ver cómo saber si un gato tiene leucemia felina

Problemas urinarios en gatos

Los intentos frecuentes y fallidos de orinar, los esfuerzos para orinar o la presencia de sangre en la orina indican que el conducto urinario de un gato puede estar bloqueado.

Si observas que tu gato se muestra sumamente inquieto o si maúlla cuando se lo manipula, hay posibilidades de que esté sufriendo un trastorno de la vejiga. Si este trastorno no es tratado inmediatamente por un veterinario, el gato afectado puede morir rápidamente por envenenamiento ureico producido por la absorción de orina por los tejidos del cuerpo.

trastornos urinarios gatos

Incluso si se descubre que el problema no es un trastorno de la vejiga, es mucho mejor hacer una visita al veterinario para que haga un diagnóstico precoz, que esperar hasta que sea demasiado tarde. El examen rutinario de la “caja de arena” puede indicar la ausencia o la presencia de orina y te ayudará a detectar cualquier problema antes de que se convierta en algo grave.

Obesidad en gatos

Un gato gordo está sometido a más esfuerzo que lo normal en sus articulaciones y corazón. Está más expuesto a las infecciones virales o bacterianas y corre un riesgo mayor en caso de ser anestesiado.

Un gato doméstico sólo puede engordar debido a la negligencia de los seres humanos, porque no tiene la oportunidad de saquear contenedores de basura o de engordar con residuos que puede encontrar en la calle. Por lo tanto, no malcríes a tu animal con golosinas: tienes que mantenerlo sano y en condiciones óptimas.

La cura para la obesidad consiste en reducir la cantidad de comida para que el gato consuma su propia grasa almacenada. La reducción del consumo de calorías no tendrá efectos negativos sobre tu gato a condición de que su dieta sea de buena calidad y esté bien equilibrada.

Enfermedades de la piel en gatos

En cuanto notes cualquier irregularidad en el pelaje de tu gato deberías hacer examinar el animal por un veterinario. La detección, diagnosis y tratamientos precoces son importantes para detener, controlar y curar las enfermedades de la piel, especialmente porque muchas de ellas son altamente contagiosas.

Tiña

La tiña es una infección de hongos que puede atacar cualquier parte del cuerpo. Inicialmente se manifiesta como una zona sin pelo de forma ovalada o circular, y a medida que la infección se propaga el área sin pelo se va haciendo mayor.

Recientes avances de la medicina han producido remedios muy efectivos contra esta molesta enfermedad. Una característica especialmente desagradable de este trastorno es que se contagia fácilmente entre felinos y seres humanos. Para controlar esta enfermedad es muy importante pasar la aspiradora y limpiar la casa a fondo. Las mantas, tanto las del gato como las de los seres humanos, han de ser lavadas con mucha frecuencia.

Ver cómo saber si un gato tiene tiña

Hongos

Hay otras enfermedades cau­sadas por hongos que pueden producir llagas o lesiones cutáneas a tu animal. Un diagnóstico a tiempo y un oportuno tratamiento las curarán. Un gato enfermo tiene que ser aislado hasta que se cure completamente. Tu veterinario te recetará las medicinas y las dosis adecuadas, y si sigues fielmente sus instrucciones la infección por hongos será erradicada.

Sarna

La sarna de los gatos es una enfermedad que aparece en la piel del felino. Está provocada por un tipo de ácaro. Lo habitual es que los ácaros de la sarna sean difícilmente detectable, ya que su tamaño es microscópico. Para ello debes inspeccionar rutinariamente la piel de mascota, especialmente en la zona de la base de las orejas. Del mismo modo, debes observar su comportamiento, por si se rasca más de los normal en alguna zona concreta.

Ver cómo saber si un gato tiene sarna

Alergias e intolerancias

La reacción alérgica a determinados alimentos, medicamentos (como los collares, polvos o aero­soles contra las pulgas) o a ciertas fibras (algunos gatos no toleran el nailon o algunas otras fibras sintéticas) son una causa frecuente de enfermedades de la piel, como también lo son las picaduras de garrapatas, pulgas y abejas o las carencias o las sobredosis de vitaminas.

Desgraciadamente, la determinación de la causa de una alergia determinada puede ser difícil, y es posible que un veterinario tenga que hacer varias pruebas antes de llegar a la respuesta correcta y poder recetar el tratamiento adecuado.

Parásitos

Si sospechas o si tienes la certeza de que tu gato tiene gusanos, lombrices intestinales o la tenia, tendrás que llevar una muestra fecal a tu veterinario para que haga un examen. Es probable que después del examen fecal te pida que le lleves el gato.

Lombrices y gusanos

Los remedios se recetarán según el tipo de parásito y según la edad y el tamaño del gato. Los vermífugos son medicamentos fuertes; tienen que serlo para matar los pa­rásitos. Por esta razón, jamás deberías vermifugar a tu gato por tu cuenta. Una dosis incorrecta puede enfermar gravemente a tu gato, e incluso puede llegar a causarle la muerte.

Los parásitos intestinales debilitan al gato, deterioran su apariencia y la condicionan y, si la infección es grave, hacen al gato más susceptible a las enfermedades. Un análisis fecal hecho por un veterinario puede determinar la presencia de estos parásitos.

Los ascáridos lombrices intes­tinales, viven en los intestinos y se alimentan de comida parcialmente digerida. Algunos huevos salen con los excrementos. Los gatos que usan una misma caja de arena pueden contagiarse unos a otros al lamerse las patas para limpiarse, ingiriendo así los huevos que después se incubarán en el sistema digestivo.

Es frecuente detectar un ascárido enroscado en los vómitos o en los excrementos. Tienen ambos extremos aguzados y son de color amarillento.

Tenia

Las tenias no se diagnostican tan fácilmente como los ascári­dos en un análisis fecal. Una indicación segura de que un gato tiene tenias consiste en la presencia de partículas blancas parecidas a granos de arroz en las zonas de la casa que el gato suele frecuentar.

La tenia es un animal segmentado. Su cabeza permanece adherida a la pared intestinal, pero a medida que se producen huevos el parásito se desprende de los segmentos de su cuerpo que contienen los huevos, y que son expulsados por el ano del anfitrión.

Las partículas parecidas a granos de arroz son en realidad estos sacos con huevos. Si un gato sano ingiere uno de éstos, puede a su vez infestarse. Como siempre, esto sucede más fácilmente cuando varios gatos comparten una misma caja de arena.

Si tienes un gato con parásitos intestinales, es recomendable pasar la aspiradora periódicamente por la casa. La cabeza del parásito implantada en el intestino del gato es muy tenaz y puede resultar algo difícil conseguir que se desprenda y matarla. Las fuertes medicinas necesarias para librar al gato de sus parásitos pueden causarle ciertos trastornos durante algún tiempo, pero tu veterinario recetará las dosis adecuadas y seguras para cada animal en particular.

Problemas de las orejas

Los ácaros de las orejas constituyen un trastorno bastante frecuente dentro de las enfermedades de los gatos. Es causado por unos ácaros que se desarrollan en el polvo, suciedad y cera que se acumulan en las orejas de un gato. La mejor prevención consiste en limpiar las orejas periódicamente con algodón mojado con aceite mineral.

Cuando en un gato se desarrollan ácaros de las orejas, pueden difundirse rápidamente a todos los gatos de la casa, y una infección seria puede afectar tanto el equilibrio como la audición de un gato.

La infestación de ácaros se caracteriza por una materia con aspecto de costra de color marrón oscuro visible en el interior del oído. Aun cuando esta materia no sea evidente puede haber ácaros presentes, puesto que los rincones más profundos del canal auditivo no son visibles a simple vista.

Si tu gato se rasca continuamente las orejas o si sacude la cabeza, es posible que tenga ácaros en las orejas u oídos. Los casos más serios requieren un tratamiento dos veces al día (con aplicación de ciertos medicamentos), que puede que no resulte muy agradable para el propietario, pero hay que recordar que el gato infestado se siente mucho más incómodo. Como es tan fácil prevenir este trastorno, nuestros gatos no deberían verse afectados debido a nuestra pereza.

Hay que tener cuidado en usar un palito forrado con algodón, para no insertarlo demasiado profundamente en el canal auditivo. Cuando se sospecha que hay ácaros o cuando se lleva el gato al veterinario para un control periódico, el doctor examinará las orejas y las limpiará como parte del control normal. El podrá mostrarte la manera más adecuada de limpiar las orejas de tu gato y te recetará un tratamiento si tiene ácaros.

Bolas de pelo en gatos

Todos los gatos ingieren el pelo que se suelta de sus mantos cuando se lamen. Estos pelos se acumulan en el intestino donde forman bolas o paquetes que se evacúan con las heces o con vómitos. El cepillado periódi­co de tu gato, especialmente en las dos ocasiones anuales en las que muda de pelaje renovando su manto, ayudarán a aliviar este molesto problema. Una dieta suplementada con aceite de pescado o con colina e inositol le permitirá a tu gato evacuar más fácilmente las bolas de pelo.

Ver cómo cepillar a un gato

Pulgas y garrapatas en gatos

La inspección periódica de tus mascotas ayudará a mantener bajo control los problemas potenciales. Tanto las pulgas como las garrapatas pueden verse a simple vista. Unas manchas oscuras en las patillas o en la barbilla de un gato indican la presencia de pulgas. Las pulgas mismas sue­len encontrarse alrededor del ano, de los ojos y de la boca.

enfermedad pulgas gatos

Pulgas

Las pulgas son de color marrón oscuro o negro. Son especialmente molestas durante los meses más cálidos y causan un escozor irritante, pueden difundir los hongos y pueden servir como vectores para parásitos internos. Las pulgas del gato no son las mismas que las del perro, y no es probable que el propietario de un gato encuentre pulgas de perro a menos que también tenga un can.

Es necesario pasar la aspiradora frecuentemente cuando se vive en una zona en la que abundan las pulgas. Esto es muy importante porque las pulgas jóvenes se desarrollan en el polvo de áreas secas como por ejemplo debajo de los muebles, en las grietas del suelo, bajo las alfombras o moquetas o en otros lugares parecidos.

Los huevos de pulga pueden permanecer en estado latente durante meses hasta que se den las condiciones adecuadas para la incubación. Por esta razón hay que poner polvo insecticida contra las pulgas debajo de las alfombras y de los muebles y dejarlo allí. Las mantas de tu mascota tienen que ser lavadas con frecuencia, y tratarlas además con insectici­da. El cepillado diario de tu gato también ayudará a prevenir que se infeste con parásitos.

Las pulgas pueden controlarse mediante la aplicación diaria de polvos insecticidas especiales y también con el cepillado cotidiano del manto del gato. Un baño con champú antipara­sitario seguido de una completa sesión de cepillado y peinado puede ser suficiente para eliminar los parásitos.

Sin embargo, no deberías bañar a un gato con demasiada frecuencia, porque esto podría resecar los aceites naturales que protegen su piel. Es posible que se produzca una reinfestación, especialmente a través del contacto con otros animales a los que se permite salir a la intemperie y después volver a entrar a la casa, o por pulgas introducidas en la casa por ti mismo, en tu ropa.

Ver cómo se bañan los gatos

Garrapatas

Las garrapatas son peligrosas porque pueden causar envenenamiento de la sangre, fiebre o parálisis. Estos parásitos entierran la cabeza en la carne del gato y chupan su sangre. Generalmente se las encuentra cerca de la cabeza y del cuello, donde el gato no puede alcanzarlas. Para extraer una garrapata, cógela con tus dedos o con unas pinzas lo más cerca posible del cuerpo del gato. Trata de coger la cabeza y la boca, y no sólo el cuerpo de la garrapata.

Intenta extraer el parásito tirando de él suavemente, sin brusquedad. Es muy importante sacar la cabeza completa, para evitar que se produzcan infecciones. La aplicación directa de polvos insecticidas específicos para pulgas y garrapatas debería causar su muerte y su caída al cabo de pocas horas.

Cuando uses polvos insecticidas comerciales para pulgas y garrapatas asegúrate de que sean inocuos para los gatos. No uses cerillas, cigarrillos encendidos, queroseno ni gasolina para extraer las garrapatas; aunque así consiga matar los parásitos, también puede usted quemar al gato.

Después de sacar una garrapata, limpia la zona con una solución antiséptica recetada por tu veterinario. Observa la zona durante más o menos una semana para asegurarte de que está cicatrizando adecuadamente y de que no se desarrollan abscesos. Las garrapatas son un problema rural. Sin embargo, se las puede controlar fácilmente, y un tratamiento oportuno evitará la infestación.

Importante: Este artículo es meramente informativo. Siempre recomendamos que en primer lugar acudas a un veterinario de confianza con tu mascota.

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